Desde la Guía Repsol han realizado un amplio reportaje sobre la peculiaridad de los jamones de Carrasco Ibéricos, resaltando nuestra amplia experiencia, heredada de una tradición centenaria de Guijuelo, y de la calidad de nuestros jamones, provenientes de la dehesa extremeña.
Nos ha encantado recordar la historia de Carrasco Ibéricos como empresa familiar que planta raíces en Salamanca, como se resalta en el artículo publicado en la Guía Repsol:
Juan Atanasio y su hermano Francisco representan la cuarta generación de la familia Carrasco dedicada al arte de curar jamones y embutidos ibéricos en Guijuelo (Salamanca). «Ya en el catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVIII, aparece censada mi familia en estas tierras. Eran antiguos arrieros que comerciaban por toda España con pimentón de la Vera, carnes curadas del norte de Castilla, salazones de Galicia, quesos de Madrid… El cambio radical llegó a finales del XIX, con la llegada del ferrocarril al pueblo». Fue entonces cuando el bisabuelo Francisco decidió aparcar la mula y poner en marcha el negocio.
Como siempre, en Carrasco Ibéricos llevamos nuestra tierra por montera, sintiéndonos muy orgullosos de las condiciones que nos da Guijuelo para elaborar jamones de excelente calidad y con un sabor único. Como se menciona en el artículo:
Tiempo seco y con vientos fríos del norte, indispensables para el secado y conservación de las piezas.
El artículo destaca como en Carrasco Ibéricos siempre hemos querido poner el buen hacer de Guijuelo en lo más alto del jamón ibérico:
Santos Carrasco no sólo impulsó la Denominación de Origen de Guijuelo, sino que le dio vital importancia al trabajo estrecho con los ganaderos en el campo.
Y, como siempre, apostamos porque el consumidor disfrute de algo tan nuestro como el jamón:
A máquina o a cuchillo, lo importante, como dice Atanasio, es disfrutarlo. «Yo soy más partidario de enseñar al consumidor a comer un buen jamón ibérico que a dar claves de cómo identificarlo.
Juan Atanasio Carrasco. * Fotografía de Sofía Moro, Guía Repsol
Desde Carrasco Ibéricos agradecemos a la Guía Repsol su deseo por saber transmitir en este artículo la tradición de Guijuelo y la calidad de Carrasco. Y a Eduardo Sánchez por transmitir nuestra esencia y a Sofía Moro por reflejar en sus fotografías la belleza de lo ibérico.
Si quieres acceder al artículo completo, puedes hacerlo clicando en este enlace.
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