CUATRO GENERACIONES HACIENDO REALIDAD EL SUEÑO DEL PRIMER DÍA
CREAMOS UN JAMÓN IBÉRICO
DE BELLOTA ÚNICO QUE DESAFÍA
TODO LO ESTABLECIDO
1895
EL NEGOCIO
FAMILIAR
En 1895 Francisco Carrasco, un arriero de Guijuelo, supo aprovechar las ventajas de la llegada del ferrocarril a la localidad salmantina gracias a un apeadero de la línea Gijón-Sevilla. Carrasco empezó a llevar hasta el pueblo cerdos procedentes de distintos lugares, sobre todo, de Galicia y Extremadura, para posteriormente establecer un pequeño negocio de salazón de jamones.
1950
LA MARCA
CARRASCO
Juan Atanasio Carrasco y hermanos arrancan la primera revolución de la marca con la adquisición de una finca para la cría de cerdos ibéricos en Jerez de los Caballeros (Badajoz) y la construcción de un matadero en Guijuelo (Salamanca).
1970
LA
CONSOLIDACIÓN
Santos Carrasco Manzano consolidó el negocio y desarrolló la personalidad y los valores únicos de la marca, labrados por una encomiable tradición familiar y un profundo respeto al producto. Lideró, además, el proceso de creación de la Denominación de Origen Guijuelo, reafirmando de esta forma, el compromiso con la calidad y el buen hacer profesional.
1990
LA
EXPANSIÓN
Juan Atanasio Carrasco y Francisco Carrasco. Un proceso de expansión nacional e internacional apoyado en la innovación constante pero manteniendo la esencia de un proceso tradicional. Una red propia de ventas que ha llevado ya la marca por todo el país y a más de 14 mercados extranjeros.