Según el último Inventario Forestal Nacional en nuestro país hay más de 7.000 millones de árboles que ocupan un 36,9% de la superficie del territorio nacional, siendo el árbol predominante la encina, que representa un 11,8%.
Técnicamente conocida como Quercus ilex, que significa “árbol entre piedras”, la encina es el árbol predominante en la península ibérica. Cuenta con otros nombres, como “encino”, “chaparra o chaparro”, y uno menos conocido, que llevamos a gala por su relación con nuestro apellido y nuestra marca de productos ibéricos: “carrasca”. Su altura llega hasta los 70 metros y su vida puede alcanzar los 700 años.
Es una especie con muchas variedades, de 700 a 800 encinas particulares, todas con una gran copa, forma redondeada y hojas muy frondosas. Es un árbol muy resistente a fuertes temperaturas por lo que es característico de la región mediterránea, y considerado por algunos como el árbol nacional de España.
La encina destaca por su extraordinaria resistencia, pero también por su aprovechamiento para otros usos, ya que es la magnífica productora del fruto favorito del cerdo ibérico: la bellota más dulce.
Además, es interesante mencionar que Cervantes nombra la encina hasta 20 veces en El Quijote.
La Dehesa Bolsiquillos, Carrasco Ibéricos, Badajoz.
La dehesa, el hábitat de la encina
La dehesa es el resultado de un ecosistema derivado del bosque mediterráneo, compuesto por especies arbóreas en las que predominan la encina y el alcornoque. En España existen dos millones de hectáreas de dehesa, distribuidas por las provincias de Badajoz, Salamanca, Cáceres, Sevilla, Huelva, Córdoba y Ciudad Real. Se trata de un bosque mediterráneo en el que, aparte de la presencia de fauna salvaje, conviven animales domesticados autóctonos, como el cerdo ibérico, la vaca retinta o la oveja merina.
Es importante destacar la dehesa como un modelo sostenible de explotación y conservación. Araceli Cabello, delegada Territorial en Córdoba de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, declara que una dehesa bien gestionada «puede ser un ejemplo modélico de alianza entre agricultura, ganadería y medioambiente». Y es que, existen proyectos como “Prodehesa”, de la Junta de Extremadura, en el que estudian la huella de carbono de los productos agroforestales más emblemáticos de la dehesa con la finalidad de generar un ecoetiquetado que muestre su sostenibilidad ambiental y promueva, por tanto, su consumo.
En la dehesa podemos encontrar los frutos básicos para una alimentación óptima del cerdo ibérico como es el propio de la encina, la bellota, además de setas, pastos, frutos silvestres y raíces. La dehesa es el paraíso ecológico del cerdo ibérico, destacando la dehesa extremeña, conocida por tener la mayor concentración de encinas de Europa.
Pero no sólo es el jamón de bellota el único manjar que podemos disfrutar gracias a la dehesa, la leche fresca de ovejas y vacas, el queso o la miel, son algunos de los productos que nos proporciona este paisaje tan emblemático de nuestro país.
En Carrasco Ibéricos estamos orgullosos de nuestra Dehesa Bolsiquillos ubicada en Jerez de los Caballeros, provincia de Badajoz. Un espacio que aporta a nuestros cerdos ibéricos un ecosistema único que a la vez nos permite contribuir a mitigar el cambio climático gracias a la regulación que estos espacios suponen en los ciclos del agua y la fertilidad del suelo, potenciando a su vez la biodiversidad. Todo esto nos permite ofrecer al mercado nuestros productos ibéricos Carrasco, de manera sostenible.
¿Cómo contribuye la encina al sabor de los productos de bellota 100% ibéricos de Carrasco?
Como te contamos en nuestro anterior artículo sobre la bellota en la alimentación del cerdo ibérico, el tipo de nutrición de los cerdos ibéricos es el principal factor, además de la raza y del proceso de secado o elaboración, que determina la calidad del producto final. La encina longeva aporta su fruto durante la época de la montanera, de noviembre hasta marzo, proporcionando al cerdo un perfecto manjar: la bellota más dulce, su favorita.
La encina, Quercux ilex subs, aporta una bellota redondeada y dulce que, además, es muy baja en grasa. Sus componentes nutricionales principales son los hidratos de carbono (en un 52%) y el agua (en un 30%). Además aportan fibra (9%), lípidos (8%) y proteínas 5%. Las bellotas también aportan calcio, fósforo y potasio. De hecho, su consumo ha sido muy común en la historia de la dieta mediterránea.
Aunque hemos destacado la importancia que para Carrasco Ibéricos tiene el fruto de la encina, este árbol aporta, además, otras beneficios que hacen de los encinares un conjunto tan importante en la península:
- Como ya hemos comentado, es el árbol más predominante en la dehesa, siendo aprovechables sus frutos, follaje y ramas, mejorando los suelos pobres que enriquecen gracias a sus hojas caducas y otros residuos.
- La encina es un excelente productor de madera para carbón y parquet. El carbón de encina se considera un lujo para los asadores de carne. Además, su madera es muy dura para construir productos que sobrellevan mucha fricción, ya que no se pudre fácilmente.
- Los encinares son un entorno magnífico para la caza.
- Sobreviven muy bien a los incendios forestales.
- Esta especie se adapta a la perfección a la mayoría de los suelos.
- No hay que obviar que gracias a su tamaño y a la frondosidad de las hojas, ofrece una sombra muy agradable en verano, apreciada por el ganado y sus pastores.
- Contribuye a la sostenibilidad. Es el árbol que más contaminación capta, junto con el pino piñonero y el plátano de sombra. En concreto, son 673 toneladas de polución al año las que nuestro árbol favorito absorbe. Lo que corresponde con la contaminación generada por 20 coches al día.
La encina se consagra como una especie ejemplar en nuestro país e indispensable para Carrasco Ibéricos y nuestra raza propia de cerdos de bellota 100% ibéricos.
Desde Carrasco Ibéricos esperamos que hayas conocido en mayor profundidad a la encina, el árbol nacional de España. Te invitamos a seguir nuestras novedades y consejos a través de nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
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