Consejos para preparar carnes a la brasa

Cocinar carnes a la brasa es, sin duda, una de las mejores formas de degustar una buena pieza de carne. Sobre todo, cuando se trata de cortes de calidad pensados específicamente para hacerse en la parrilla donde lo que se busca es intensificar el buen sabor del producto. ¿Quieres convertirte en el maestro de la barbacoa y sorprender a tus amigos y familiares? Si es así, sigue leyendo y no pierdas detalle de todo lo que te contamos a continuación.

Carne a la brasa: 5 claves para que sea un éxito

La brasa es el método de cocción que ha perdurado a través de los siglos, desafiando las tendencias modernas y manteniendo su estatus como la forma suprema de cocinar carne. 

Se dice que lo que se conoce como cocina con brasas empezó en Europa en el Paleolítico, y en el antiguo Egipto se usaba el carbón vegetal para cocinar alimentos incluso antes de la Edad de Bronce. Pero quizás la versión más parecida a lo que hoy conocemos como asado de carne venga de Argentina, cuando en el siglo XIX se utilizaban unas rejillas para cocinar la carne de animales después de que se usasen para estirar la piel y secarlas.

Pero dejando a un lado esta pincelada histórica, volvamos a las 5 claves para que tu asado de carnes a la brasa sea un éxito: tanto si deseas aprender desde cero como si quieres perfeccionar tu técnica, aquí descubrirás varios consejos que te resultarán muy útiles.

1. Elegir el corte

Uno de los aspectos principales para triunfar con la barbacoa es escoger el corte de carne adecuado, ya que este afectará tanto a la textura como al sabor final del plato. 

Debes ser consciente de que cada pieza tiene características y perfiles de sabor distintos. Además, el grosor del corte incidirá en el tiempo de cocción y en la forma en que la carne retiene los jugos. Cuida que si vas a colocar varios trozos del mismo tipo de carne, estos tengan un tamaño semejante para evitar sorpresas en el cocinado final.

¿Cuáles son los mejores cortes individuales para las brasas?

• Abanico ibérico de bellota. Es la parte exterior que envuelve las costillas. Cuenta con una cantidad generosa de grasa intramuscular, lo que lo hace idóneo para cocinar sobre las ardientes brasas.
• Presa ibérica. Desde luego, la presa es uno de los cortes más populares debido a su jugosidad y sabor. Su grosor moderado permite que se cocine de manera uniforme, creando una capa exterior dorada y crujiente mientras el interior permanece jugoso y tierno.
• Secreto ibérico de bellota. Esta pieza se sitúa en la parte ventral del cerdo, concretamente entre la paleta y el cuello. Tremendamente popular en España. Constituye uno de los cortes más apreciados y sabrosos de la carne de cerdo. Al igual que el resto, destaca por su jugosidad y por su capacidad de caramelización en las brasas.
• Solomillo ibérico de bellota. Otro clásico de la parrilla es el solomillo, un corte magro y tierno que resulta de lo más versátil en la gastronomía. Se cocina rápidamente a altas temperaturas, lo que favorece sellar los jugos y obtener una textura jugosa y un exterior dorado.
• Pack premium barbacoa. Si no quieres pensar demasiado, debes saber que en el mercado existen packs preparados con una excelente selección de los mejores cortes para que solo tengas que preocuparte de cocinar. Este pack que te ofrecemos en Carrasco contiene presa, secreto, pluma y lagarto.

2. Mejor a temperatura ambiente

Una de las grandes preocupaciones al cocinar a la brasa es conseguir que la carne quede bien homogénea. En este sentido, es importante que, antes de meterla en la parrilla, te cerciores de que la carne está a temperatura ambiente. Para ello, recuerda sacarla de la nevera, al menos, 30 minutos antes. Este simple gesto te proporcionará una cocción más uniforme y evitará que quede cruda en el centro.

3. No olvides sazonar

No cabe duda de que una buena pieza de carne no necesita que la enmascaremos con demasiados aderezos y especias. Sin embargo, no hay que olvidar que un poco de sal es imprescindible para potenciar el sabor. Puedes añadir sal gruesa, tanto antes de asarla como después. ¡Tú eliges!

En el caso de que te interese marinarla con algunas hierbas y aceite de oliva, te aconsejamos que dejes la carne macerando toda la noche. Así, conseguirás que el corte se impregne adecuadamente.

4. Parrilla en condiciones

La parrilla es la herramienta con la que vas a cocinar. Por tanto, debe estar en óptimas condiciones. La limpieza es prioritaria. Si la has usado con anterioridad, es natural que tenga restos de suciedad. Limpia bien las rejillas y engrásalas ligeramente para impedir que la carne se pegue. Asegúrate de que la parrilla esté bien caliente antes de colocar la carne. Igualmente, puedes incorporar trozos de madera o carbón para crear un delicioso ahumado.

La seguridad es otro tema muy importante. Toma las precauciones necesarias. Utiliza las herramientas idóneas para manipular la carne y las brasas y no olvides tener un cubo con agua a mano.

5. Controla la cocción

Este punto es decisivo para que el resultado sea el que esperas. Primero, comienza sellando la carne sobre el fuego directo para obtener un exterior caramelizado. Después, muévela a una zona de calor indirecto para terminar la cocción de manera más suave y homogénea. Puedes ayudarte con un termómetro de cocina para verificar el punto de cocción deseado.

No hay duda de que las carnes a la brasa son toda una delicia y, con nuestros consejos, podrás prepararlas sin ningún problema. Ten presente que lo más importante es disponer de los cortes adecuados y que estos sean de gran calidad. Por eso, desde Carrasco Ibéricos, nos gustaría invitarte a descubrir nuestra tienda online. ¡Entra y conoce todos nuestros productos!